Desde tiempos prehistóricos, los tótems de piedra se han utilizado como herramientas para diversos fines. Se utilizaban para delimitar senderos y caminos, tenían funciones ceremoniales (como en Stonehenge, en Inglaterra) o como herramienta de caza y defensa. El proceso de construcción de estas “esculturas” también se conoce como equilibrio de rocas y se utiliza como herramienta de meditación.
Un ejercicio sobre la impermanencia del todo y vinculado a elecciones que conducen al equilibrio.
La línea Seixo propone una conexión entre exterior e interior, a través de formas que remiten a piedras desgastadas por la acción del agua de los ríos, y a través de bases cerámicas que aportan rusticidad sin renunciar a la elegancia.
Las mesas de la línea funcionan como guijarros que, al combinarse, crean diferentes formas y adquieren nuevos significados.