Tan lleno de magia como la propia Capadocia está el sueño de volar, y el globo es la materialización más poética de esta fantasía. El globo deambula por el cielo allá donde lo lleve el viento, una mezcla de aventura y entrega. A bordo de una pequeña cesta, suspendida a cientos de metros por un globo aerostático, es difícil no sentirse rehén de la libertad.
En el cielo de Capadocia, globos inflados deambulan buscando un lugar donde aterrizar. Si me preguntaras ¿qué hacen los globos? Yo diría que cambian a la gente.